martes, 31 de marzo de 2009

El que la sigue la consigue.....


Desde muy pequeña, Isa soñaba con tener un animalito en casa. El canario podía hacer todas las virguerías que quisiera pero no le bastaba. Ella anhelaba tener un perrito o un gato. Son animales más consistentes. Los puedes apretar un poco y sacar el exceso de amor que llevas dentro. Al canario no le puedes hacer lo mismo, corres el riesgo de dejarlo espachurrado.

Su madre se negaba y ella sufría, no sin protestar. Se le iban los ojos detrás de Laika, el pastor alemán de sus tíos. Luego practico un poco con Bali, una perrita autentico cruce de Bichón maltes y caniche, también de sus tíos. Si hubiera conocido el sentimiento de envidia, lo hubiera tenido. Su corazón se encogía cada vez que hablaba de ello. Pero Tía!! Yo quiero un gatito... Hasta que se hizo el ánimo y se resigno por un tiempo pensando que cuando tuviera su propia casa haría lo que le diera la real gana.

No contaba que a su novio no le hacia ninguna gracia tener un gato en casa.

Las mujeres somos un poco brujas y si no podemos conseguir algo por la derecha pues lo intentamos por la izquierda.

Le dijo a su amiga que tenia varios gatos: pregúntanos si te podemos guardar uno de tus gatos mientras te vas fuera y así puede que David le coja cariño y ya esta...

Pues si. Ya esta. Keiko ya tiene nuevo hogar.

¡Ya esta!!

miércoles, 11 de marzo de 2009

HOTEL : LINDOS HUESPEDES







Nuestros amigos nos regalaron un fin de semana en el hotel "Lindos Huéspedes" de Pals.
Fue una sorpresa encontrarnos con una gran casa antigua en medio de un arrozal. Un lugar de ensueño para meditar y leer. Nuestra habitación medía más de sesenta metros cuadrados, decorada de una forma muy rústica y original. Gallinas y gallos de hierro pintado por el suelo, un balancín, una palmera, una cama de 2 metros de ancho, libros etc... El jardín donde tuvimos la suerte de poder desayunar gracias al buen tiempo, muy salvaje en colores verde y violeta. Muchos pensamientos, mi flor favorita y un enorme gato cuyo nombre olvidé apuntar. Muy cariñoso, acostumbrado a ver gente nueva todos los fines de semana. Al encontrarse la casa en medio de un arrozal, había mucha agua alrededor y muchos árboles, elementos que atraían a miles, o mejor dicho millones de pájaros. Fue increíble oírles a todos. Podría parecer un infierno, tanto pájaro pero no. Más bien parecía un cuento. Olvido la biblioteca con sillones y alguna chaise longue para leer. Salones con camas y balsas de agua ideales para leer en verano. Nada de lujos. Todo muy rústico pero cálido y agradable para que los huespedes se encuentren como en una casa de campo pero con la comodidad de solo tener que disfrutarla.

MI MADRE

La cito siempre como ejemplo y cuento la misma historia una y otra vez. Para mi ha sido tan importante este hecho que no me canso nunca de contarlo.

Al poco de nacer, tuve una enfermedad que el medico no me curo bien. Un tiempo después, empecé a tener ataques de asma. Cada vez, más fuertes. Fui creciendo y los ataques aumentaban. Mi madre oyó por la radio, entonces no existía la tele, que no se debía de criar en algodones a los asmáticos. Ella se lo tomo al pie de la letra y empezó a llevarme con disciplina. Cuando ahogándome, me levantaba por la mañana diciendo: Mama, no me encuentro bien, no puedo ir al liceo. Me contestaba: hija mía, tu te vas y si cuando llegas no te encuentra bien, voy a buscarte. Hay que decir que mi colegio se encontraba a 11 kilómetros de casa y tenia que esperar el autobús a las siete y media de la mañana. En invierno, nevaba a menudo y a veces tenia que esperarlo mucho tiempo porque se retrasaba.

Mi madre dice que se moria de pena cuando me iba encorvada con mi pequeño abrigo azul. Se le partía el corazón.

Nunca me escribió una nota para evitar que hiciera deporte y una vez por semana, a las ocho y media de la mañana, hacia carreras en el jardín publico con mis compañeras de Cole. Casi siempre terminaba la carrera andando porque me ahogaba. ¡Odiaba a mi madre!! La he odiado muchas veces...

Los médicos no sabían por donde tirar y andaban perdidos conmigo. Me prohibían de todo, iban un poco al tuntún, a ciegas. Nada de deporte, no bañarme en piscina o mar, muchas comidas prohibidas y no se cuantas cosa mas. Ahora que lo pienso, creo que sabían menos que yo lo que me pasaba.

A pesar de la firme voluntad de mi madre, había días en que era imposible y no tenia mas remedio que llamar al medico. Me sentía aliviada nada mas verle entrar por la puerta. ¡Lo que hace el cerebro!! Un pinchazo en la vena y volvía a entrar el aire en mis pulmones. Todavía recuerdo esta sensación de ahogo como una verdadera pesadilla.

En casa de nuestros vecinos, vivía la abuela con ellos, una señora muy mayor que tenia también asma. La recuerdo siempre planchando y con enormes dificultades para respirar. Cuantas veces le he dicho a mi madre que si tenia que vivir así toda mi vida prefería morirme.

Un día mi madre dijo: mi hija tendrá todos los ataques que hagan falta pero no se morirá ahogada. Le voy a enseñar a nadar, digan los que digan los médicos.

Un verano, me llevo a la piscina, me enseño a nadar como lo había hecho su madre con ella.

Mi abuela era profesora de natación. Enseñaba en el río porque entonces no había casi piscinas. Los alumnos se ponían un arnés atado a una cuerda que colgaba de un pértiga larga. Digamos que parecían peces cogidos del anzuelo. Método seguro y eficaz. Cuando los alumnos habían aprendido lo suficiente, se procedía a un bautismo.

Era una fiesta. Se vestía el aspirante a nadador con vestido si era chica o con chaqueta y pantalón si era chico. También llevaba zapados para dificultar el asunto. Se llevaba en el centro del río dentro de una barca de remo. Hay que puntualizar que se ataba también una cuerda a la cintura que se sujetaba desde la orilla por si se complicaba la cosa y había que proceder a un rescate de urgencia. Una vez en centro del río, el aprendiz se dejaba caer al agua como por accidente y tenia que volver a la orilla nadando. Para las chicas, la cosa era más complicada porque los vestidos largos se enredaban en las piernas. El que alcanzaba la orilla, es que sabia nadar y sino se le ayudaba con la cuerda. Había que llegar sin problemas y sin tensar la cuerda. El nadador que llegaba en condiciones optimas, se ponía de rodillas en un trampolín, un puñado de sal en la boca y se empujaba otra vez al agua. En eso consistía el bautismo. ¡Un ritual pagano!!



Volviendo a mi madre. Me enseño a nadar a principios de un verano. No recuerdo que edad tenía pero me gusto tanto que me pasaba la mañana y muchas tardes dentro del agua cruzando casi siempre la piscina por debajo del agua. Por lo visto, bucear aumento mi capacidad pulmonar y cuando acabo el verano, después de doce o trece años de infierno, no volví a tener ningún ataque.

¡Asi de sencillo! ¡Que madre tengo!

martes, 10 de marzo de 2009

CASA DE HUESPEDES EN EL AMPURDA


Una foto de una parte del hotel "Lindos Huespedes" en Pals. Regalo de nuestros amigos para el cumpleaños de Gaby en el 2007.
Es un lugar precioso. Pondré más fotos.

domingo, 8 de marzo de 2009

Un ángel de la guarda

Tenemos un pequeño guardián a la entrada de nuestra casa. Al lado de la puerta, hay una lampara cuadrada con marco de madera y, encima duerme un pajarillo.

Es un petirrojo.

Los primeros días, se iba volando cuando salíamos o entrabamos, pero parece que se ha acostumbrado a nosotros y ahora ni se mueve. Como si fuéramos parte del decorado.

Solo aparece de noche. Va a ser difícil fotografiarle. Le he visto de día buscando gusanos en el césped en frente de la ventana de nuestro dormitorio.

viernes, 6 de marzo de 2009

Nuit Blanche!! Noche en blanco!! Viento desatado, ruido infernal y miedo. Miedo por si le ocurre caerse al único pino de nuestro jardín. Puede caer encima del paellero, lo cual seria una pena pero si cae encima de la casa, ocasionaría un destrozo grave en nuestro salón.

Resultado final de la noche: nada grave, ha caído una teja de la chimenea, , kilos de polen en la piscina, unas cuantas ramas del pino al suelo. En fin, poca cosa. Mas miedo que dolor...

Nos levantamos un poco pachuchos de tanto sobresalto. A pesar del aire que sigue soplando fuerte, salimos a visitar unos clientes y a la vuelta pasamos por el supermercado para comprar unas cosillas que faltan. Hoy vienen los sobris a comer.

En el súper, me encuentro con Pilar, una amiga. Le presento Gaby.

- Pilar, te presento mi marido Gaby.
- Hola pilar, encantado, creo que tu marido se llama como yo.
- No, es mi hijo se llama Gabriel como tu.
- Pues si se llama Gabriel, será un fuera de serie porque decir Gabriel es como decir Jabugo!!
-
¡Que modestia!! No tiene abuela...