jueves, 14 de abril de 2011

Pelando habas.

Para mis amigos de la huerta.

 ¿A que no adivináis lo que he hecho hoy?

 ¿Os acordáis que el año pasado, me trajisteis dos grandes bolsas de habas de vuestra huerta, recién cosechadas? Como siempre que venís a visitarnos, parecéis Papa Noel cargado de verduras y frutas de vuestra cosecha o de algún vecino. Sabéis bien que para mí vale más que un regalo. O mejor dicho, es el mejor regalo que me podéis hacer.

Pues bien, hoy limpiando mi congelador, me he encontrado con dos tarros de cristal llenos de habas congeladas. Así que he decidido darles “un escarmiento” en agua hirviendo. Luego, después de enfriarlas con agua fría, me he instalado delante de la TV y las he pelado todas una por una. Si, una por una.

No soy masoquista y no penséis que me sobra el tiempo pero me apetecía hacer un trabajo manual para distraer mi mente. Si, los trabajos manuales son la mejor terapia para evadir la mente y relajarla. Tiene que ser algo rutinario, que no te haga pensar ni contar, algo que se hace por inercia. Entonces, los pensamientos despegan y de repente, te puedes encontrar a muchos kilómetros, o sentada en una nube con los pies colgando mientras pelas habas en tu sillón preferido. Buen sistema  para viajar a coste cero o para hacer un viaje astral despierto.

Lo que da de sí un regalo.

2 comentarios:

naná dijo...

me encanta este post!!
te imagino pelando habas y viajando lejos mentalmente...
sabes? yo hago ganchillo para lo mismo...
lo dicho: que me encanta este post!!
muchos besos!!!

Josiane dijo...

Pues si naná, yo, hace mucho, hacia punto. Procuraba que fuera sencillo para no tener que contar los puntos. Miraba fijamente la TV sin verla mientras mis dedos trabajaban sin cesar. Era mi mejor terapia y no sé porque un buen día lo dejé. Tendré que pensar en ello y volver a las andadas.
Gracias por tu visita. Besos