sábado, 29 de agosto de 2009

Un ritual.

Mi padre se acerca despacio, se inclina hacia mi, acerca su mejilla para que le de un beso y “estrene su barba”. Más bien para que estrene su afeitado con su maravilloso olor a jabón de afeitar.

1 comentario:

Ignacio J. Rivas dijo...

Buff!! Cuántos gestos de mis padres tengo grabados en la memoria! Qué curioso que nos acordemos de cosas así....Saludos!!!