La tarde se ha torcido ya. Teníamos planeado ir al gimnasio pero después de dormir una pequeña siesta, las ganas se esfuman. Decidimos ir a Naquera para dar un paseo (yo sin ganas,) para no quedarnos toda la tarde de Sillón Ball y de camino hacia el coche, me tuerzo el tobillo. El dolor es tan fuerte que ni siquiera intento evitar la caída. Me encuentro en el suelo de espaldas los brazos en cruz y los ojos cerrados del dolor. Mi vecino José se lleva un susto de muerte, se cree que me he abierto la cabeza al verme con los ojos cerrados, Gaby que se encuentra en este momento haciendo maniobra con el coche, me ve en el suelo, rodeada, piensa que me ha atropellado un coche, llega a toda mecha tocando el claxón. Vaya follón que se ha montado en un segundo. Abro los ojos. Que raro ver a varias cabezas mirándote en el cielo. Me levantan como una pluma, pongo el pie en el suelo, el dolor tan fuerte se esfuma un poco y me doy cuenta de que no tengo nada roto. Me ayudan para llegar a casa andando y lo primero es lo primero, tengo un huevo de avestruz en el tobillo y lo primero es poner hielo. Gaby se encuentra peor que yo del susto. Me paso toda la tarde con bolsas de hielo en el pie y ahora si puedo recomendarlo por experiencia. Hoy sábado, puedo andar sin dolor, sigo con el pie hinchado pero bastante menos. Creo que la solución de emergencia me ha evitado secuelas. Ahora ando con un parche gordo de arcilla. Siempre con mis remedios caseros pero muy eficaces. Mañana ya podré conducir mi coche.
Ya decía yo que no me apetecía salir…. Se notaba que la tarde iba a ser chunga!!
Moraleja: si no te apetece hacer algo, no lo hagas…. (Filosofía barata)
1 comentario:
vaya! como lo siento... si que hay veces que cuando sentimos que no deberíamos salir deberíamos hacerle caso a la intuición y quedarnos entre las mantas...
cuidate mucho...
muchos besos
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