domingo, 19 de julio de 2009

Insomnio.

Otra noche en blanco. Intento cercar el insomnio por todos los frentes pero de momento, el puede más que yo. Es una guerra que tengo que ganar. He renunciado a los ansiolíticos, a los somníferos, no quiero ser esclava de nada. Un amigo me recomendó tomar un whisky a las seis de la tarde, me funciono, creo que de casualidad la primera noche, luego no, así que también he renunciado. No pienso apuntarme a un problema de alcoholismo para curar otro. Tampoco es solución. Es como desvestir a Pedro para vestir a Pablo… Me duermo siempre cuando llega la mañana y cuando el despertador suena a las siete cuarenta cinco me encuentro en pleno túnel del sueño, no sé donde estoy ni que día es. Me levantó, no me concedo ninguna tregua. Desayuno y ducha. Mi rayita de siempre en los ojos y a la marcha. Ya me encuentro en plena forma, como si hubiera dormido. Para encontrarme así, he tenido que hacerme “violencia”. Sacudirme. Todas las mañanas es un “camina o revienta”. Sé que si no actúo así me paso todo el día en la UCI. Tengo que encontrar la solución porque el día en que me abandone este espíritu de lucha me convertiré en un alma en pena que se arrastra de sofá a la silla y de la silla al sofa…

1 comentario:

La Sobri dijo...

Pues vaya....yo que me caigo de sueño por las esquinas y tú que no puedes conciliar el sueño. PUes estamos apañadas!! El próximo sábado resultará todo un espectáculo vernos juntas...las dos con ojeras pero cada una por causas bien distintas.
Tengo que llamarte para contarte cosas graciosas de nuestra "cazadora" Keiko. Quizá una buena carcaja haga que liberes tensiones y te quedes relajada hasta dormirte...como por arte de magia...