sábado, 23 de mayo de 2009

El armario.


En el salón, nada mas entrar, pegado a la pared de la izquierda, se encontraba el armario. Clara llevaba muchos viajes a casa de sus padres y esperaba siempre el último día para recordar que había vuelto a olvidar meter las narices dentro. Estaba repleto de fotos de todas las épocas, desde las bodas de sus abuelos hasta las del último verano, de libros y viejos diccionarios que su madre aficionaba también a guardar, igual que ella. Se prometió que en la próxima visita lo abriría de par en par y lo revisaría a fondo intentando encontrar algún tesoro olvidado. No era cuestión de intentarlo ahora, necesitaría por lo menos un día entero para darle la vuelta. Siempre le había gustado rebuscar en las cosas viejas. Los desvanes que aparecen en las películas llenos de antiguallas la habían atraído siempre y la hacían soñar. Recordó que de pequeña descubrió que papa Noel no existía rebuscando en el armario de su madre donde encontró varios retales de tela de unos vestiditos de la única muñeca que le había traído por navidad. Este hallazgo no le causo ningún trauma, al contrario, para ella fue un gran descubrimiento. Se guardo mucho de contarlo a su madre. Un día soñó que había comprado una casa antigua con todos sus muebles dentro y se paseo toda la noche abriendo puertas, armarios y descubriendo tesoros, viejas vajillas, viejas ropas, cartas. etc.… hasta que se despertó y se llevo la mayor desilusión de su vida. Fue un sueño tan real que le costo días reponerse.

Esta afición a hurgar en las cosas viejas le venía de lejos. De pequeña, no tenías ni seis años, recordó que encontró en el desván de la casa de sus abuelos, cajas enteras de viejos libros, algunos medio comidos por los ratolines. Se quedó hipnotizada por esta imagen y nunca la olvido. Quizás este recuerdo la persiguió siempre i la hizo recoger de manera compulsiva todos los libros que encontraba en su camino.

Clara llevaba un tiempo empeñada en recordar el pasado. No porque añorara nada pero porque le faltaban datos. Recordaba épocas con toda nitidez y otras se habían borrado por arte de magia. Quería averiguar el porque. Quizás el entenderlo la ayudaría a entenderse más a ella misma… Llevaba toda la vida buscándose… Puede que fuera este el camino…

2 comentarios:

La Sobri dijo...

Me ha gustado mucho...pero quién fue, es y será Claire? Tengo ganas de hablar contigo y que me cuentes un poco cual fue tu inspiración para tan bonito relato. Exhala olor de antaño, de infancia. Has hecho que recuerde la casa de mis abuelos en Alemania....cuántas horas me pasé yo en esas habitaciones abuhardillas del piso de arriba, intentando entender, o más bien descifrar con mi pobre alemán de entonces, los secretos de un diario de algun familiar que se presentaba como anónimo....
¡Gracias por hacerme recordar!

Marta Salvador dijo...

Ánimo Josiane; esas historias tan bien ambientadas nos hacen imaginar lo que el recuerdo nos niega. Sigue así y continúa transmitiéndonos detalles, sensaciones, sentimientos, olores, colores... en fin... escribiendo y contando